Un lugar único donde habitan seres ancestrales que no son humanos

Árboles con historia, con memoria, con raíces que se hunden no solo en la tierra, sino en la cultura misma de su gente.

Cazón es una pequeña localidad rural del partido de Saladillo, fundada el 18 de septiembre de 1896, a tan solo 15 km al noreste de la ciudad de Saladillo y aproximadamente 180 km de la Ciudad de Buenos Aires (Infobae). Para llegar, basta con tomar la Ruta Nacional 205 hasta el kilómetro 171, donde un desvío asfaltado conduce directamente al pueblo (La Nación). Allí, en una superficie que no supera unas pocas manzanas, habitan alrededor de 230 personas... y más de un millón de árboles (Clarín).

Podría jurar que allí habitan seres tan ancestrales que no son humanos 

El corazón forestal del pueblo se llama Vivero Municipal Eduardo L. Holmberg, fundado en 1910 como parte de un plan provincial de fomento forestal impulsado por el entonces gobernador José Inocencio Arias (Municipalidad de Saladillo). Con 210 hectáreas de superficie, este vivero llegó a producir más de 300 especies de árboles y plantas, convirtiéndose no solo en un centro de cultivo y educación, sino en la identidad misma de Cazón. Fue tal su relevancia, que muchos de los árboles plantados en plazas, parques y caminos bonaerenses salieron alguna vez de sus surcos (Página12).

https://www.viveromunicipalcazon.gob.ar/?q=content/importante-venta-plantas-del-vivero-cazon#:~:text=Situado%20en%20la%20Localidad%20de,produjeran%20especies%20frutales%20y%20forestales

¿Cómo nació el pueblo del millón de árboles?

Originalmente fue una parada ferroviaria, gracias a tierras donadas por el terrateniente Joaquín Cazón. Pero fue la ley forestal de 1910 y la posterior instalación del vivero lo que transformó su destino: trabajadores especializados, familias enteras y generaciones enteras se dedicaron a plantar, injertar, sembrar y cuidar especies de todo tipo. Tal fue el impacto, que llegaron a existir 20 viveros particulares en simultáneo, superando en número a las calles del pueblo (Infocielo).

¿Cuáles son los árboles que habitan este lugar?

El vivero cultiva actualmente más de 300 especies, entre las que destacan: casuarinas, acacias, fresnos dorados y rojos, plátanos, sauces, paraísos, y arbustos ornamentales como evónimos, jazmines y enredaderas (Municipalidad de Saladillo). Muchas de estas especies fueron elegidas por su capacidad de adaptación al clima templado húmedo y por sus características estéticas. Algunas se asilvestraron y formaron parte del paisaje local. Otras, como la acacia negra, se volvieron invasoras y representan hoy un reto ambiental (Clarín).

¿Cómo se llegó a saber que tiene más árboles por habitante que ningún otro?

En 2015, un censo forestal local estimó más de 1 millón de árboles, lo que equivale a más de 4.300 ejemplares por habitante. Ninguna otra localidad en el país registra semejante proporción . Es por eso que en el cartel de entrada al pueblo se lee orgullosamente: Cazón, el pueblo del millón de árboles.

¿Qué necesidad impulsó este fenómeno?

El contexto fue político, pero la necesidad fue ecológica. En 1910, las autoridades provinciales buscaban reducir el impacto de los vientos en la pampa húmeda, generar sombra en caminos rurales y fomentar el cultivo frutal y ornamental. La ley promovía la creación de viveros a lo largo de la provincia. Cazón fue uno de los 80 primeros. Y gracias a su ubicación, tierra fértil y comunidad dedicada, se convirtió en el más longevo y relevante (Municipalidad de Saladillo).

 El vivero municipal produce ejemplares que se venden a municipios, productores rurales y clientes privados en todo el país. Aproximadamente el 60% de la producción se destina al sector público y el 40% a privados (SENASA). Los árboles de Cazón viajan en camiones a cientos de kilómetros, repoblando plazas, campos y ciudades.

Turismo, eventos y naturaleza viva

Desde 2019, Cazón es Pueblo Turístico bonaerense. Y cada año, miles de visitantes llegan para recorrer su vivero, comprar plantas, disfrutar de la feria de emprendedores y participar de la Expo Vivero, un evento que convoca a más de 25.000 personas . También se realiza la Expo Cactus y competencias de endurance ecuestre. La Laguna Indio Muerto, a pocos kilómetros, permite pesca y camping. Y nuevas propuestas como domos geodésicos para hospedarse o la pronta reapertura de la Pulpería de Cazón demuestran el crecimiento de un turismo respetuoso y en armonía con el entorno.

La Pulpería de Cazón, ubicada en la esquina de la plaza, pronto ofrecerá comidas campestres, bebidas y música, sumando un espacio de encuentro para lugareños y visitantes por igual. Estos emprendimientos (el domo, la pulpería, nuevos guías locales) indican cómo Cazón comienza a diversificar su propuesta turística manteniendo su esencia tradicional.

Para quienes visitan Cazón, las actividades son simples pero gratificantes: caminar, andar en bici o cabalgar por sus calles arboladas, tomar unos mates bajo la arboleda de la plaza o del parque recreativo, participar en alguna sesión de baño de bosque guiada por iniciativas como Inspira Bosque (que ofrece experiencias sensoperceptivas entre los árboles) , deleitarse con un asado criollo o unos pastelitos en la feria de domingo, y por supuesto llevarse algún recuerdo vivo: muchos visitantes no resisten la tentación de comprar a precio accesible algún arbolito o planta ornamental en los viveros locales para llevar a casa.

¿Qué desafíos enfrenta este bosque humano?

El mayor susto reciente fue en 2021: un tornado arrasó buena parte del arbolado y dejó sin servicios al pueblo durante días. Pero los cazoneros, acostumbrados a trabajar con y para la naturaleza, pusieron manos a la obra y lo reconstruyeron en pocas semanas . Hoy los desafíos incluyen mantener y diversificar la producción, resistir el clima, y ampliar la oferta turística sin perder la esencia del lugar.

Plagas como la Hormiga negra (un insecto defoliador común en el pastizal) deben ser vigiladas, y la  acacia invasora exige remover plántulas para que no ahoguen a otras especies nativas. Otro reto es la gestión de residuos verdes: la caída de hojas, ramas y restos de poda de tantos árboles genera un volumen considerable, que el municipio y el vivero deben compostar o recoger periódicamente para evitar acumulaciones. En términos ecológicos, Cazón está comprometido con la sostenibilidad: la implementación del parque solar y la preservación de áreas vírgenes dentro del vivero son muestra de ello

Cazón es un espacio donde el árbol no es ornamento sino compañero, sostén, economía y cultura.  Sembrar, cuidar y esperar tiene sentido. Que los árboles, aunque no sean humanos, pueden ser los seres más antiguos y sabios de una comunidad.  

Cuando los pueblos crecen con ellos, los honran, los multiplican, los cuidan, se convierten en pueblos dignos de habitar la Tierra. Porque ¿qué sería de la Tierra sin árboles? ¿Qué sería de nosotros sin ellos? ¿Qué le depararía a una humanidad que se cree protagonista, sin reconocer a estos seres ancestrales que nos habilitan la vida misma?

Los pueblos crecen con ellos, el árbol deja de ser paisaje y se convierte en guía. En enseñanza. En espejo. Visitar Cazón, es encontrarse con una forma distinta de estar en el mundo.

Fuentes: Municipalidad de Saladillo, Infobae, Clarín, Página12, SENASA, Expoagro, Infocielo.

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