
Que el Atlas 3I, que el EBS, que el reinicio global... De esto hablan las redes. Mientras tanto, nosotros seguimos remando la diaria, futuro incierto y la sensación cada vez más fuerte de que algo —lo que sea— tiene que cortarse de una vez.


No es magia ni mito: aprovechá la próxima luna llena para iniciar una limpieza corporal natural, pero conocé primero quiénes pueden estar dentro, dónde más abundan, y cómo combatirlos sin dañar el organismo.
Notas de Autor19 de septiembre de 2025
Vaneloga
La desparasitación no es algo que debés hacer a ciegas. En Argentina, la presencia de parásitos intestinales es un problema real, con variaciones geográficas y comunitarias muy marcadas. Saber qué parásito puede estar infectándote, y dónde, te da ventaja para usar tratamientos naturales y farmacológicos progresivamente. La luna llena del 6 de octubre puede ser un disparador simbólico para arrancar ese proceso: preparar al cuerpo, empezar con dosis suaves, observar reacciones, y continuar tras el pico lunar.
Tipos de parásitos frecuentes en Argentina y dónde se registran más
Entre los parásitos más comunes en el país aparece Enterobius vermicularis, conocido como oxiuro. Es un gusano pequeño que causa fuerte picazón en la zona anal, sobre todo en niños, y estudios señalan que afecta a más del 21% de los menores en distintas provincias.
Otro protozoo muy frecuente es Blastocystis spp., que puede pasar inadvertido o provocar diarreas y gases, con una prevalencia cercana al 15% tanto en chicos como en adultos. La Giardia lamblia también está presente: produce diarreas acuosas y problemas de absorción de nutrientes, con un impacto del 4 al 5% en menores de 16 años.
En paralelo, suelen encontrarse Entamoeba coli y Endolimax nana, protozoos considerados comensales —no siempre patogénicos— pero cuya presencia marca contaminación o malas condiciones de higiene. Y, en zonas rurales húmedas o del norte del país, aparecen con mucha fuerza los llamados geohelmintos (Ascaris, Trichuris, Ancylostoma).
Estos parásitos se desarrollan en el suelo y pueden infectar al ser humano a través de la ingesta de huevos o por contacto con tierra contaminada. En algunas localidades del NOA y el NEA, la incidencia supera el 80%.
Enfermedades asociadas y riesgos reales
Si una parasitosis no se trata, puede derivar en problemas más graves. Los más comunes son la desnutrición y la anemia por deficiencia de hierro, especialmente en niños. También disminuye el rendimiento escolar, aparecen dolores abdominales crónicos, diarreas repetidas e incluso intolerancias alimentarias que tienen origen en un intestino dañado. A largo plazo, los parásitos afectan el sistema inmunológico y dejan al cuerpo más vulnerable frente a otras infecciones.
Cómo desparasitar cada parásito: tratamientos progresivos y naturales
Cada parásito exige un abordaje distinto. En el caso de los oxiuros, las soluciones caseras más difundidas son el ajo crudo en ayunas, baños de asiento con infusión de manzanilla o aceite de árbol de té, y medidas de higiene estricta: cortar uñas, lavar sábanas y ropa interior con frecuencia. En casos severos se utilizan medicamentos como mebendazol o albendazol, con dosis repetidas a las dos o tres semanas.
Para la Giardia lamblia, se recomienda consumir papaya con sus semillas, coco rallado y tisanas de ajenjo o artemisa, que ayudan a expulsar el parásito. Cuando los síntomas persisten, el tratamiento médico habitual es con metronidazol o tinidazol.
Los geohelmintos responden bien a semillas de zapallo crudas, al ajo y al coco, además de dietas ricas en fibras que favorecen la expulsión intestinal. Si la infección es importante, se aplican tratamientos farmacológicos con albendazol o mebendazol, siempre recetados por un médico.
En el caso de Blastocystis spp., lo más eficaz es modificar la dieta, reducir azúcares refinados, incorporar probióticos y usar hierbas de acción suave como el ajo. Solo en casos de diarreas persistentes o cuadros más agresivos se indican medicamentos como metronidazol.
Cuánto afectan a la población
Los números son claros: en algunas provincias argentinas, las parasitosis afectan entre el 30 y el 53% de la población, y en zonas rurales de alta vulnerabilidad pueden superar el 80%.
En menores de 16 años, los estudios muestran tasas de infección cercanas al 35%, contra un 22% en adultos.
El parásito más frecuente en niños sigue siendo Enterobius vermicularis, con prevalencias superiores al 20% en varias regiones del país.
Movimiento lunar, cuerpo sano
El 6 de octubre ya está fijado. Es un buen día para poner en marcha un ritual de salud: limpieza intestinal, mejora de hábitos y uso inteligente de lo natural. Pero no sirve de nada hacer una “cura” extrema sin conocer qué parásitos podrían estar presentes, ni dónde se vive, ni cómo es la calidad del agua y la higiene en la alimentación.
Que la luna llena no sea solo un parámetro místico. Que te recuerde que el cuerpo es territorio, y que cuidarlo es un acto de resistencia. En Mirada Argentina lo decimos sin rodeos: desparasitarse es tanto un gesto de salud personal como de dignidad colectiva.
Comunidad Mirada Argentina
Comentá la nota en X: https://x.com/mirada_arg
Publicá en Mirada Argentina escribiendo a: [email protected]
Fuentes principales
Revista Argentina de Microbiología – “Parasitosis intestinales en Argentina: principales agentes” (Elsevier)
Scielo Argentina – Estudios de prevalencia en menores y adultos
National Institutes of Health – Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.
ResearchGate – “Etnomedicina: antiparasitarios naturales en la República Argentina”

Que el Atlas 3I, que el EBS, que el reinicio global... De esto hablan las redes. Mientras tanto, nosotros seguimos remando la diaria, futuro incierto y la sensación cada vez más fuerte de que algo —lo que sea— tiene que cortarse de una vez.

Las células pueden "escuchar" sonidos audibles y cambiar su comportamiento. Así lo demuestra una investigación japonesa que puso a prueba la reacción celular frente a ondas acústicas comunes. Lo que vibra afuera, también vibra adentro.

Presente desde las selvas de Misiones hasta las llanuras bonaerenses, la Salvia guaranítica representa una síntesis entre naturaleza, cultura y conocimiento. De aroma anisado y flor azul intensa, atrae a los picaflores que aseguran su continuidad y simboliza la interacción armónica entre especies. Valorada por los guaraníes por sus propiedades calmantes , hoy ocupa un lugar central en los jardines nativos argentinos

La inteligencia artificial no vino únicamente a optimizar los tiempos del trabajo: vino a precipitar los tiempos de la conciencia.

Un nuevo paradigma: curar sin tóxicos, comprender el síntoma y devolverle al cuerpo su capacidad de autorregulación.

En el confín cordillerano de La Rioja, donde el viento es voz antigua y la salina se funde con el cielo, existe un rincón fuera del tiempo: Laguna Brava y el Cráter del Inca. Un viaje hacia lo esencial, hacia lo más puro. Un llamado a honrar la belleza natural del país que habitamos.

Presente desde las selvas de Misiones hasta las llanuras bonaerenses, la Salvia guaranítica representa una síntesis entre naturaleza, cultura y conocimiento. De aroma anisado y flor azul intensa, atrae a los picaflores que aseguran su continuidad y simboliza la interacción armónica entre especies. Valorada por los guaraníes por sus propiedades calmantes , hoy ocupa un lugar central en los jardines nativos argentinos

Una alquimia simple pero sagrada de ajo, perejil, ají y vinagre que no admite apuro. En esta nota recorremos todas sus versiones —del clásico fresco al chimichurri seco, del suave al picante.

Que el Atlas 3I, que el EBS, que el reinicio global... De esto hablan las redes. Mientras tanto, nosotros seguimos remando la diaria, futuro incierto y la sensación cada vez más fuerte de que algo —lo que sea— tiene que cortarse de una vez.

