La frecuencia de los pensamientos y el impacto en el campo energético . Tus Pensamientos Definen tu Energía y tu Salud

Introducción a la relación entre la física cuántica y la energía del cuerpo físico

La física cuántica ha revolucionado nuestra comprensión de la realidad, presentando una perspectiva profundamente interconectada y energética de la existencia. Según esta rama de la ciencia, todo en el universo está compuesto de energía que vibra a diferentes frecuencias, incluyendo el cuerpo humano. El cuerpo físico no es simplemente un conglomerado de células y órganos, sino que está rodeado por un campo energético —a menudo referido como el aura o “dona energética”—, que interactúa constantemente con el entorno y con los pensamientos y emociones del individuo.

Este campo energético es un reflejo de nuestro estado de bienestar físico, mental y emocional, y puede vibrar a diferentes frecuencias dependiendo de diversos factores. Los pensamientos, emociones y creencias juegan un papel crucial en determinar la frecuencia de esta energía. Los pensamientos positivos, como el amor, la gratitud o la compasión, generan frecuencias más altas y armoniosas, lo que fortalece el campo energético del cuerpo. Por otro lado, pensamientos negativos, como el miedo, la ansiedad o el estrés, tienden a vibrar en frecuencias más bajas, debilitando este campo protector.

En la física cuántica, se sostiene que nuestros pensamientos son formas de energía con una frecuencia particular. Cuando nuestros pensamientos son positivos, emiten vibraciones de alta frecuencia que resonan en armonía con el campo energético del cuerpo. Estas vibraciones elevadas tienen la capacidad de fortalecer el sistema inmunológico, promoviendo la salud y el bienestar general. En cambio, cuando los pensamientos son negativos —por ejemplo, aquellos ligados a la duda, el estrés o el miedo—, generan frecuencias más bajas que pueden debilitar el campo energético, haciéndolo más susceptible a influencias externas.

Esto no solo afecta el cuerpo físico, sino también el campo energético que rodea el cuerpo. La "dona energética" puede volverse más vulnerable y permeable, permitiendo que las energías de baja vibración ingresen más fácilmente, lo que potencialmente puede traducirse en enfermedades o desequilibrios físicos.

                                                                               vibraciones de alta frecuencia         

Frecuencias bajas y la entrada de virus o pensamientos negativos

Desde una perspectiva cuántica, las entidades patógenas podrían considerarse como formas de energía que también vibran a una frecuencia particular. Cuando el campo energético de una persona es fuerte y vibra en una frecuencia alta, es más difícil para estas energías de baja frecuencia poder  penetrar el campo energético. Sin embargo, cuando el cuerpo físico está debilitado por pensamientos negativos, estrés o emociones de baja vibración, el campo energético se vuelve más receptivo a estas frecuencias disonantes.

Un virus o pensamiento negativo puede considerarse como una "información energética" que entra en el campo del cuerpo físico cuando encuentra una resonancia compatible con su baja vibración. Este fenómeno puede explicarse utilizando el concepto cuántico de resonancia, donde una frecuencia externa (como la de un virus) se alinea con la frecuencia debilitada del campo energético de una persona, permitiendo su entrada. Es decir, cuando el sistema energético del cuerpo ya está vibrando a una frecuencia baja, el virus o la energía negativa encuentra una "puerta de acceso" más fácil para penetrar en el campo y comenzar a afectar el cuerpo físico.

                                                                               vibraciones de baja frecuencia

El formato energético del virus o pensamiento negativo

En este contexto cuántico, el "formato" de un virus o pensamiento negativo no es solo una estructura física, sino un conjunto de información energética que interactúa con el cuerpo. Cada enfermedad, o pensamiento negativo tiene una firma vibratoria única, un patrón energético que puede "incrustarse" en el campo energético del cuerpo cuando las condiciones son propicias. Una vez dentro, esta energía de baja vibración puede comenzar a alterar los patrones energéticos del cuerpo, afectando primero el campo sutil y luego manifestándose en el cuerpo físico como una enfermedad o malestar.

Dan Winter es un investigador y autor conocido por sus trabajos en física cuántica, geometría sagrada, y su exploración de la relación entre las emociones humanas, la conciencia y los campos energéticos. Uno de los conceptos fundamentales que Winter discute en su obra es la idea de la "compresión" de energía y cómo la geometría del toroide es esencial para entender los patrones subyacentes de la realidad. En sus estudios, Winter sugiere que el toroide (una forma geométrica que puede visualizarse como una dona) es fundamental no solo para describir cómo la energía se organiza en el universo, sino también para la comprensión de los campos energéticos humanos y sus interacciones.

El Toroide y la Geometría Sagrada

La forma de un toro es visualmente similar a una dona, con un centro que parece estar vacío pero que, en realidad, según Winter, actúa como un punto de "infinita compresión". Esta compresión es una característica clave para el flujo y la organización de la energía. Según Winter, en el toroide, la energía fluye en espiral hacia el centro, se comprime y luego se expande de nuevo hacia el exterior en un ciclo continuo. Esto no solo se aplica a la energía física, sino también a la energía electromagnética y al campo energético humano (lo que en algunas tradiciones se llama el “aura”).

Winter asocia esta estructura con muchos fenómenos naturales, desde los patrones en las galaxias hasta el ADN humano, argumentando que la geometría del toroide refleja un patrón universal de autoorganización. Este flujo energético tiene un aspecto clave: es autosostenible, lo que significa que, si la energía fluye correctamente, puede regenerarse indefinidamente.

Un toroide es una dona rotada infinitamente
En términos de su forma, Winter describe al toroide como una "dona" tridimensional donde cada círculo en la superficie del toro es, a su vez, una rotación de otro círculo. Lo interesante de esta idea es que, en su centro, hay un punto infinitesimal que conecta todos estos círculos rotados. Según la física cuántica y la teoría de campos energéticos, este centro es un punto de “infinita densidad” o compresión, lo que podría equivaler a lo que en la metafísica se denomina “punto cero” o la fuente de todas las energías.

Este concepto de compresión infinita es fundamental para las teorías de Winter sobre la "implosión" energética. Winter argumenta que la energía puede auto-organizarse en estos patrones de toroide para crear coherencia en el campo energético de un individuo, una organización clave para la salud, la vitalidad y el crecimiento espiritual.

El Toroide en Salud: La Geometría Energética que Protege al Cuerpo Humano

El cuerpo humano está rodeado por un campo energético conocido como "dona energética" o toroide, un flujo de energía que se organiza en un patrón continuo y autosostenible. Esta forma geométrica es esencial para mantener el equilibrio energético del cuerpo. Según el investigador Dan Winter, el toroide de la salud es fundamental para entender cómo la energía fluye en el cuerpo. 

Esta forma toroidal, similar a una dona, tiene un centro de compresión infinita donde la energía se organiza de manera armoniosa, permitiendo que el cuerpo se regenere y funcione en su óptima capacidad. Winter afirma que el toroide de la salud no solo es clave para el bienestar físico, sino también para el equilibrio emocional y espiritual.

El Toroide del Virus: Cómo los Pensamientos Negativos y el Estrés Afectan el Campo Energético del Cuerpo
Por otro lado, el estrés, los pensamientos negativos y las emociones de baja vibración pueden alterar profundamente el campo energético del cuerpo. Cuando el cuerpo está expuesto a estas frecuencias, el toroide se vuelve caótico, con fragmentaciones y líneas de energía irregulares. Este fenómeno permite que energías externas, como un virus o pensamiento negativo, ingresen en el campo energético de la persona.

Según la física cuántica, un virus no es solo una entidad física, sino una forma de energía con una frecuencia particular que puede resonar con un campo energético debilitado. Si el toroide de la salud está en desequilibrio, las frecuencias bajas  pueden penetrar más fácilmente, afectando la vitalidad del cuerpo y provocando enfermedad. Esta es una de las razones por las que el manejo del estrés y la calidad de los pensamientos es crucial para mantener el equilibrio energético del cuerpo.

Winter sugiere que, en lugar de ver las enfermedades solo como problemas físicos, debemos entenderlas como perturbaciones energéticas que primero afectan el campo energético y luego se manifiestan en el cuerpo físico. 

Nuestra responsabilidad es actuar de manera coherente con nuestro corazón y en armonía con el entorno. Es importante esculpirnos en buenas personas, cuidando nuestros pensamientos para alcanzar el bienestar no solo para nosotros, sino también para nuestras familias y amigos.

Material de consulta para crear el artículo :
Libros de divulgación científica: La estructura de la realidad de David Deutsch: Explora la naturaleza de la realidad a través de la física cuántica.
El Universo Elegante de Brian Greene: Ofrece una explicación clara de la teoría de cuerdas y la física cuántica.
Artículos y papers científicos: Everett, Hugh (1957). "Relative State Formulation of Quantum Mechanics". Reviews of Modern Physics.
Bohm, David (1952). "A Suggested Interpretation of the Quantum Theory in Terms of Hidden Variables". Physical Review.
Fuentes en línea: Stanford Encyclopedia of Philosophy (artículo sobre interpretación cuántica): Un recurso académico gratuito con entradas sobre los aspectos filosóficos de la física cuántica.
ArXiv.org (repositorio de papers científicos en física): Muchos artículos sobre interpretaciones cuánticas y su relación con la mente humana.