
Plantas nativas que sanan: el monte como farmacia de nuestros abuelos
Cada planta guarda una historia, y cada infusión, una voz que no se olvida. Un botiquín vivo del pueblo, donde la abuela es la farmacéutica y el monte, el laboratorio.
Preparar una infusión puede ser una costumbre pasajera o un acto casi sagrado. Todo depende de cómo lo encares. Cada paso acá.
Gastronomía10 de julio de 2025
Puede ser algo rápido, sí. Pero también puede convertirse en un momento fundamental: una pausa compartida con alguien, o una tregua íntima con uno mismo.
En Argentina se consumen infusiones de todo tipo: tés clásicos (negro, verde, blanco), yerba mate, blends herbales (cedrón, manzanilla, menta, poleo), especias (jengibre, canela, clavo) y combinaciones frutales.
Cada planta necesita un tratamiento distinto: infusión, decocción o maceración en frío. Estos métodos varían según la temperatura del agua, el tiempo de contacto y la parte vegetal utilizada.
Infusión
La infusión es el método más extendido. Se utiliza para hojas y flores tiernas. Consiste en verter agua caliente sobre la planta y dejar reposar unos minutos, siempre con el recipiente tapado para conservar los aromas.
Temperatura: entre 80 y 100 ºC según la planta.
Proporción: 2–3 g por cada 200 ml de agua (20–30 g/L).
Tiempo de reposo: entre 3 y 15 minutos.
Ejemplos en Argentina:
Té verde: 2–3 g en 200 ml a 75–80 ºC durante 1–2 minutos. Temperatura baja para evitar amargor.
Té negro: 2 g en 200 ml a 90–95 ºC por 3–4 minutos. Extrae taninos sin exceso de amargor.
Blends herbales (manzanilla, cedrón, menta, tilo): 2 g en 200 ml a 95–100 ºC, reposo de 5–10 minutos.
Chai (versión occidental): té negro + especias infusionadas 4 minutos en agua hirviendo. Se puede agregar leche.
Mate cocido: yerba mate en agua a 75–85 ºC. En verano, se toma como tereré, que es maceración fría.
(Fuente: Manual de Fitoterapia, Farmacia del Parque; es.wikipedia.org)
Decocción
La decocción se aplica sobre partes duras: raíces, cortezas, semillas. Se hierve la planta y se deja reposar.
Se parte de agua fría.
Se hierve entre 2 y 5 minutos.
Se deja reposar entre 10 y 30 minutos.
Dosis habitual: 30–50 g por litro.
Ejemplos frecuentes:
Jengibre: 2–3 cm de raíz fresca en 500 ml, hervir 5 minutos, reposar 10–15.
Canela en rama, clavo, regaliz, anís estrellado: hervir 5–10 minutos.
Boldo (hojas duras): hervir o infusionar brevemente.
Chai tradicional (India): cocción de té negro + especias 5 minutos en agua con leche.
(Fuente: Organicus.es, Farmacia del Parque)
Maceración en frío
Cuando el calor daña los compuestos activos o se busca una bebida fresca, se recurre a la maceración.
Se deja la planta en agua fría entre 8 y 24 horas.
Se puede usar agua a temperatura ambiente o en heladera.
Luego se cuela y se sirve frío.
Casos típicos en el país:
Cold brew: 10–15 g de té negro o verde en 1 litro, reposar 12 horas en heladera.
Tereré: yerba mate con agua helada o jugo con hielo. Bebida tradicional del noreste argentino y Paraguay.
Aguas saborizadas con menta, frutas cítricas y jengibre: macerar 8–12 horas.
(Fuente: Tao of Tea, Mateina.ca, Wikipedia)
Un té como gesto humano
Te lo digo así, directo: un té para aguantar toda la noche, un té curativo, un té como un gesto de cariño. Un té a disposición siempre. Es económico, sencillo, lo podemos hacer hasta en el medio de la naturaleza, con una ramita de cedrón, una flor de manzanilla, una rodajita de jengibre. Siempre está ahí para nosotros. Un té noble, humilde, al alcance de todos. Como un refugio tibio. Como un gesto humano.
En la próxima edición, vamos a meternos de lleno en los tés curativos: qué infusiones ayudan al cuerpo en cada malestar, cuáles desinflaman, cuáles limpian el hígado, cuáles alivian la garganta o el insomnio. El conocimiento de la tierra, en una taza.
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