
Demoliendo programaciones. Hay una que está tan injertada en el subconsciente humano que ni la notamos. La esperanza. Y no bien aparece la palabra, te cae enseguida en la mente esa frase que repetimos como autómatas: “es lo último que se pierde”.
En este recordatorio de la Independencia de la Patria, compartimos con gratitud unas palabras sentidas.
Notas de Autor09 de julio de 2025Una nación joven en el mundo, con una historia de miles de batallas en honor a la libertad, se forjó con el sufrimiento de pueblos enterrados en el fervor de la lucha.
Generosa, samaritana del mundo, con los brazos siempre abiertos a los dolientes que llegaron, y siguen llegando.
Acuna a los desamparados y sucumbe ante las injusticias de nuestro propio régimen.
Patria mía, resiliente.
De pestes manipuladas, de votos alterados, de una economía a punto de estallar en todo momento.
Que implosiona, en la intimidad de cada hogar.
Una patria capaz de soportar la barbarie del ambicioso mundo de la materia.
Qué alma noble, mi Patria: sigue en pie, con fe en nosotros, los habitantes de esta nación.
Que seamos dignos de semejante amor. Que podamos cuidar la tierra, los niños, los animales, las plantas, el aire, el agua, los ancianos.
Que tengamos el coraje de ser mejores, y el coraje del ¡basta! cuando hace falta.
Qué patria resiliente. Qué madre más amorosa.
Feliz Día de la Independencia.
El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán, integrado por representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata declaró la independencia de nuestro país.
Acta de la Independencia
Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en congreso general, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas, y cada una de ellas, así lo publican, declaran y ratifican comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, baxo el seguro y garantía de sus vidas haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación. Y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración." Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados secretarios.
En el Archivo General de la Nación Argentina se conserva una copia, realizada por el secretario Serrano a fines del mes de julio de 1816.
Demoliendo programaciones. Hay una que está tan injertada en el subconsciente humano que ni la notamos. La esperanza. Y no bien aparece la palabra, te cae enseguida en la mente esa frase que repetimos como autómatas: “es lo último que se pierde”.
Llegó el momento de buscar la información que falta para cortar con la repetición. Excelente material de análisis para descifrar por qué repetís lo mismo una y otra vez.
Más allá del ruido, algo se sostiene en silencio. ¿Quiénes reman realmente cuando se apagan las cámaras?
¿Y qué, pensaban que las mujeres de las familias no se dedican a la energía? Esta costumbre dejó de ser un secreto de vecinas para convertirse en tema viral. En muchos barrios populares de Argentina se habla de esto en charlas cotidianas. El vaso con agua y vinagre sobre la heladera.
Del DNI al iris, los argentinos soltamos datos como si fueran caramelos. Entre apps, redes y trámites, ¿cuándo dejamos de cuidar lo que nos vuelve vulnerables?
En la búsqueda de sentirse mejor y desapegarse lo más posible de cualquier sometimiento médico, muchos encuentran un camino que primero exige reaprender. Y para eso, volverse autodidactas, investigadores de uno mismo y de lo que existe y no sabíamos que existía. En ese contexto, aparece quien se está llevando todos los laureles: la vitamina B3. Acá, el primer punto para investigar.
Llegó el momento de buscar la información que falta para cortar con la repetición. Excelente material de análisis para descifrar por qué repetís lo mismo una y otra vez.
Demoliendo programaciones. Hay una que está tan injertada en el subconsciente humano que ni la notamos. La esperanza. Y no bien aparece la palabra, te cae enseguida en la mente esa frase que repetimos como autómatas: “es lo último que se pierde”.
Cada planta guarda una historia, y cada infusión, una voz que no se olvida. Un botiquín vivo del pueblo, donde la abuela es la farmacéutica y el monte, el laboratorio.