
Arsénico y flúor en el agua de Argentina: qué está pasando, qué se está haciendo y qué falta hacer
Tenemos un problema y hay que atenderlo ahora: agua con arsénico, plástico y flúor. Mapa de Arsénico.
¿Por qué vivimos con una hora más adelantada de la que nos correspondería por posición geográfica? Y lo más importante: ¿qué pasáría si ajustáramos la hora oficial para aprovechar mejor la luz natural?
Actualidad29 de mayo de 2025Argentina está sincronizada al huso horario UTC-3, pero si miramos el mapa, algo no cierra. Geográficamente, el país está ubicado entre los husos UTC-4 y UTC-5.
Un reloj corrido
Desde 1969, Argentina mantiene de forma permanente el horario UTC-3, una medida que en su momento se adoptó para aprovechar la luz del verano. Pero con el paso de los años, este horario quedó fijo, y hoy muchas provincias arrancan sus jornadas con el cielo completamente oscuro.
Si trazamos una línea imaginaria, provincias como Mendoza, San Juan, Catamarca, La Rioja o Salta están mucho más alineadas con el huso UTC-5. Incluso Buenos Aires y Córdoba están más cerca del UTC-4 que del UTC-3. Sin embargo, todos vivimos bajo el mismo horario oficial.
¿Cuáles son las consecuencias?
Este desfase entre la hora solar y la hora oficial afecta de varias formas:
Salud y ritmo biológico: Expertos en cronobiología como Diego Golombek explican que cuando vivimos "adelantados", nuestros ritmos circadianos se desajustan. Eso puede derivar en trastornos del sueño, fatiga, menor rendimiento y hasta problemas de salud mental.
Consumo energético: Arrancar el día en plena oscuridad implica más uso de luz artificial, calefacción y energía en general. En lugar de ahorrar, podríamos estar generando mayor consumo.
Vida cotidiana y productividad: Para muchos trabajadores y estudiantes, el día empieza cuando el sol todavía no salió. Eso influye en el estado de ánimo, la concentración y hasta la seguridad en la vía pública.
La propuesta: volver al UTC-4
En 2022, el diputado Julio Cobos propuso volver al huso horario UTC-4, que es el que geográficamente le corresponde a la mayor parte del país. La idea no es nueva: en otros momentos de la historia argentina se alternó entre UTC-3 y UTC-4, según la época del año.
Con el UTC-4, el sol saldría y se pondría más cerca del ritmo natural. Las mañanas tendrían más luz desde temprano, y las tardes seguirían siendo luminosas en buena parte del año.
Mirando al mundo
No somos los únicos. En Europa, España vive en el huso horario de Europa Central (UTC+1), aunque le correspondería el horario de Europa Occidental (UTC+0). Esa desalineación también es cuestionada por científicos.
En el caso argentino, la decisión de mantener un horario que no coincide con la posición solar responde más a costumbres, políticas y decisiones económicas que a criterios científicos o sanitarios.
Alimentación y luz solar
Un concepto que también gana fuerza es el de alimentación restringida en el tiempo, una estrategia que sugiere comer solo dentro de una ventana diaria de 8 a 10 horas, alineando las comidas con el ciclo de luz solar. Esta práctica, además de mejorar marcadores metabólicos como la insulina y la presión arterial, busca acompañar los ritmos circadianos naturales. Comer cuando hay luz solar y evitar la ingesta durante la noche permite que el cuerpo funcione de forma más eficiente, según explican diversos estudios científicos. Esta idea refuerza la importancia de revisar nuestro huso horario: vivir según el sol no solo mejora el descanso, sino también cómo comemos y metabolizamos los alimentos.
¿Y si lo repensamos?
Cambiar el huso horario podría parecer una medida menor, pero tiene un impacto directo en la calidad de vida, el consumo energético y hasta en la salud pública. Replantear qué hora usamos puede ser el primer paso para vivir más conectados con nuestro entorno natural.
Con un simple ajuste, podríamos ganar más luz, mejor descanso y una vida más sincronizada con nuestro verdadero ritmo.
Podés comentar esta nota en X. @mirada_arg
Tenemos un problema y hay que atenderlo ahora: agua con arsénico, plástico y flúor. Mapa de Arsénico.
Si el arte te mueve más que cualquier otra cosa, prestá atención: ARCA anunció la subasta electrónica de instrumentos musicales incautados por la Aduana. Guitarras, bajos, amplificadores y micrófonos saldrán a la venta el 18 de septiembre de 2025, a través del sitio del Banco Ciudad—cualquier persona interesada puede participar.
Las ciudades argentinas arden: en La Plata midieron hasta 10 °C más que en el campo, y en Buenos Aires la brecha llega a 25 °C entre barrios. Menos verde, más cemento, más calor. El desafío es simple: sumar naturaleza para que el verano sea habitable.
En Alemania y Austria, los adolescentes ya pueden denunciar a sus padres por publicar fotos de su infancia en redes sociales sin su consentimiento. Acá en Argentina todavía no existe, pero más de uno debería empezar a pensar en bajar esas fotos de la nube.
Tan rico, es tan fácil, es tan económico, es tan bueno para la salud, es tan de todo. Solo hay que ponerse las pilas un día: te juntás con una amiga a la tarde, se arman varios frascos, se reparten, y así hay salud para todas las familias.
Argentina produce litio pero no recicla sus baterías: el eslabón que falta para jugar en serio en la transición energética.
Si vas a sumar yogur a tu mesa, elegí natural, sin azúcar, con cultivos vivos. Leé la etiqueta, ajustá la versión a tu necesidad (entero, descremado, deslactosado) y usalo como base real de desayuno o merienda. Podés hacerlo en casa con dos pasos claros y, si preferís comprar, en góndola tenés opciones nobles. Lo demás es ruido.
Sabrosos y eternos compañeros de picadas y sánguches, los pepinitos en vinagre tienen su propia historia en la mesa argentina. Detrás de cada frasco no solo hay recetas caseras y secretos de conservación: también están los cultivos que se extienden en distintas provincias y las variedades elegidas especialmente para que un simple pepino se convierta en un bocado irresistible.
Tenemos un problema y hay que atenderlo ahora: agua con arsénico, plástico y flúor. Mapa de Arsénico.