
Este texto no pretende ser más que un ensayo, o quizás un descargo. Una necesidad de compartir entre todos el dolor que nos desborda y el asombro que nos provoca mirar lo que pasa a nuestro alrededor y más allá de nuestras fronteras. No busca respuestas definitivas, sino nombrar lo que nos atraviesa cuando la barbarie se instala y nos obliga a convivir con ella.